sábado, 13 de diciembre de 2025

1944. 13 de diciembre.

     Hora Santa. Uno de esos ratos especiales que Gabriela dedica a Cristo. Repetido cientos de veces a lo largo del diario, suele ser en esas adoraciones ante el sagrario cuando se dan muchas veces los diálogos entre ambos. Y con esa sencillez, al mismo tiempo que una tremenda profundidad teológica, transcurre la conversación de hoy…


​*** DIARIO ***

     Punto 1413. 13 de diciembre, Hora Santa. "Porque Yo estoy aquí en el tabernáculo, el Padre Se complace de verte a Mis Pies; y por eso Yo os pido que vengáis a hacer la Hora Santa, para hacerme compañía en unión de los ángeles que Me rodeaban en el Jardín de los Olivos. Ellos estaban allí para sostener Mis Fuerzas; ven tú también aquí para sostener Mis Fuerzas en Mi Soledad.

     Como ves, no hay nadie en la iglesia. Mis visitantes son pocos y sus visitas son breves y apresuradas. Si de verdad creyeran que estoy aquí presente, no dejarían de manifestarme su amor o, cuando menos, su simpatía. Me manifestarían también sus necesidades, pues Yo Soy rico y poderoso. Pero el hecho es que más fácilmente creen en Mi Poder que en Mi Amor. ¿Y tú?" Entonces Le dije: "Señor, creo firmemente en tu gran Amor de Mártir." Él: "¿Y no es verdad que te consuela y te hace vivir el pensamiento de que eres amada hasta el extremo? ¿Y qué sería tu vida si Yo no fuera su Objeto único? ¿Por qué habrías de desear la muerte, si Yo no estoy detrás de la puerta?

     Ejercita tu Fe. Cuando aprendías a andar, te lanzabas primero como podías, pero poco a poco se afirmaban tus pasos. Haz lo mismo en tu vida interior: lánzate hacia la Trinidad, hacia Mi Madre, con impulsos siempre nuevos, cada vez más directos y verdaderos, de tu íntimo centro: pronto te serán habituales. Habrás crecido. ¿Comprendes? Y habrás hecho crecer a los otros, ya que vuestros actos tienen siempre una resonancia, buena o mala. ¿No Me has dicho varias veces que querías ayudarme a la Redención? Que Ella sea el Fin único de todos tus actos, como era el Fin de los Míos. Debemos estar siempre juntos, Mi querida hija; hazme el honor de creer que es eso lo que deseo."

     Entonces Le dije: "Señor, soy toda tuya." Me contestó: "En este momento sí, pero no te Me escapes. Hay momentos en que la Fe se hace brumosa y tú no sientes sino fastidio. Tú llamas y parece que Yo no te oigo, pero has de creer, pequeña. Húndete en la Verdad. Contra todo, contra ti misma. Grita, grítame diciendo: 'A pesar de todo, yo creo que eres mío y que yo soy Tú. Nada importa las apariencias en contrario, estoy segura de Ti'. Este punto de la batalla es donde Yo te espero. Es el punto preciso en que Yo quiero tu amor; por encima de todo, porque Yo estoy por encima de todo. Alcánzame."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     De todo esto se puede sacar mucho partido. Por ejemplo… ¿cómo es nuestra fe ante el sagrario? ¿Creemos firmemente en la presencia real de Jesús en la Eucaristía? ¿Somos conscientes de su soledad cuando no hay nadie, creemos en ese misterio de que realmente está allí en cuerpo y alma y que su naturaleza humana y divina puede sentir esa falta de cariño aun cuando Él, como Dios, también esté presente en tantos otros sitios recibiendo alabanzas?

      Y ¿qué hay de nuestro papel en la llegada de Su Reino, o de la repercusión que tienen nuestros actos sobre los démás? ¿Creemos que podemos hacer que se anticipe Su venida al final de los tiempos y que realmente podemos colaborar en Su Redención? ¿Somos conscientes de lo mucho que podemos consolarle en la amargura que sintió en el Huerto de los Olivos, a pesar de la distancia en el tiempo (ver aquí)? 

     Y ante el desfallecimiento de nuestra fe, con tanta frecuencia como ocurre…. ¿Pedimos la gracia de que nos mantengamos firmes ante la tempestad para seguir confiando sin límites?  Ahí es donde Él nos espera…


Imagen tomada de Pixabay

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 20 de diciembre de 2025.

domingo, 7 de diciembre de 2025

1944. 7 de diciembre.

     Curioso que en transcurso de las conversaciones entre Jesús y Gabriela, de vez en cuando aparezcan detalles de la vida de Cristo en la Tierra. Hoy, al recordar la hora amarga en Gethsemaní, la noche oscura del Huerto de los Olivos, parece que Cristo recordaba algún lamento en aquellos momentos tan duros, cuando se presentaba ante sí la terrible Pasión que nos liberaría del pecado, pero que muchos rechazarían…


​*** DIARIO ***

     Punto 1411. 7 de diciembre. Hora Santa. Yo: "¿Mi Amor, no tienes algo que decirme en este día?"  Él: "Yo siempre tengo cosas que decirte, pues Mi Corazón late por ti sin descanso. ¿No has caído en la cuenta? ¿No estás asombrada ante el Amor de tu Dios? Aunque Lo conoces mal, esfuérzate por pensar en Él y ello te será cada vez más dulce. Además, Yo quedaré feliz.

      Se diría que vuestro Dios os ama solamente para daros la Alegría. Y sin embargo, son tantos los que se niegan a creer... De ahí Mi inmensa Tristeza en Gethsemaní: 'Sufro hasta la muerte, porque los amo, pero ellos no pueden ni siquiera soportar que se lo diga...' 

     Hija Mía, cree en el Amor con simplicidad. Alaba al Amor, ama al Amor. No te ocupes sino de Él, que es el Tesoro de tu corazón y el Animador de tus soledades, el Compañero de tus noches. ¿Qué serías tú en el mundo sin Mí? ¿Tendrías valor para vivir y para morir? ¡Qué Refugio el que tienes en Mí!

     Si conocieras Mi Sensibilidad. ...Será Ella la que os embriague en el Cielo con Su Delicadeza. Su Belleza y Su Bondad; todas esas perfecciones que tú buscas en la Tierra y que sólo encontrarás en el Infinito."


     Punto 1412. 7 de diciembre. "No temas entrar; la puerta está abierta. Tú Me dices una pequeña palabrita tierna y simple, Me miras, Me sonríes y vuelves a tus ocupaciones sabiendo que Me llevas contigo a dondequiera que vas, dispuesta a ofrecerme en el camino algún pequeño sacrificio del que Yo estaré orgulloso como de un regalo muy caro.

     Piensa más seguido en el Cielo. ¿Qué son todas las artes que aquí en la Tierra te encantan en comparacion del Más Allá? ¡Cómo os espero a todos! He preparado muy bien la Fiesta; tu lugar te espera. Trata de comprender Mi Impaciencia por recibir a los convidados para gozar de su sorpresa y su encantamiento. Yo, el Cristo, pagué por todo esto.

     Y pagué bien caro por vuestra felicidad. Y sin embargo, Me parece que fuérais vosotros los que Me la ofrecéis, hasta tal punto vuestro gozo es Mi gozo, pequeños Míos."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

      Ya lo dejó dicho en el Evangelio: 

«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio?

Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, «estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice:
– «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
– «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»

Imagen tomada de Pixabay.


PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 13 de diciembre de 2025.



viernes, 5 de diciembre de 2025

1944. 5 de diciembre.

*** DIARIO ***

     Punto 1410. 5 de diciembre. Yo rezaba la oración que dice: "Oh mi Amado y buen Jesús... atravesaron Mis Manos y Mis Pies." Él: "Contempla con amor esas Heridas que Yo gané en tu servicio. Y digo que 'gané' porque hay aquí una victoria de Mi Corazón para ti."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Antes de terminar de leer la frase, yo también me preguntaba el sentido de ese “ganar las heridas”. Terminé de leer el párrafo y quedó bien claro. Y es que, en Cristo, todo es una victoria de Su Corazón para nosotros…


Imagen tomada de Pixabay


PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 7 de diciembre de 2025.

jueves, 4 de diciembre de 2025

1944. 4 de diciembre.

          En el día de hoy Jesús muestra a Gabriela la cercanía de la liturgia de la Misa con Su Pasión redentora. El término empleado es el Confiteor, que es lo que comúnmente conocemos como “Yo confieso”, acto de contrición que nos predispone para celebrar la Eucaristía.


*** DIARIO ***

     Punto 1408. 4 de diciembre. En la Misa. "Cuando el sacerdote sube al altar después del ‘Confirteor’ (como cuando Yo avanzaba hacia Mis enemigos), y luego besa el altar, dame en tu corazón un beso que Me consuele del beso de Judas.”

     Punto 1409. En mi aposento. "Sé hostia. La hostia está en el tabernáculo, sola y en oración. Tú también, en dulce soledad, ora, uniendo tus acciones a las Mías. Desde tu casa dirige una tierna mirada hacia Mi Santuario. Serán así dos tabernáculos que apresurarán la hora de Mi Reino.

     En el curso de este Adviento, desea Mi Reino en unión con los santos del Antiguo Testamento. Suspira. Un simple suspiro es oído por el Padre, pues se trata de un suspiro de Su hija."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Unir nuestras acciones a las suyas es una forma de ayudar al Advenimiento del Reino de Dios. Porque así ha querido Cristo por Su Misericordia que podamos participar de la tarea redentora. Y ahora que estamos en Adviento, en ese tiempo de espera hasta la Navidad que nos recuerda que estamos esperando Su llegada definitiva el final de los tiempos, urge especialmente unirnos a la totalidad de la Iglesia. Que todos seamos uno esperando Tu llegada Señor…

Imagen tomada de Pixabay.


PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 5 de diciembre de 2025.