1941. 31 de enero.

     En aquel enero del 41 las cosas no eran fáciles en Europa; tampoco ahora. Las oraciones y ofrendas de las almas santas… ¿en qué grado ayudaron a adelantar el fin del conflicto? ¿Cuántas Gracias se derramaron desde el Cielo a pesar de que el mal se podía palpar en tanto y tantos lugares? ¿Cuántas oraciones son necesarias para frenar una Guerra, para arrojar luz sobre los dirigentes de las naciones? ¿Cuánta fe nos falta para conseguir interceder verdaderamente en el conflicto entre Rusia y Ucrania, por ejemplo…?

*** DIARIO ***

      Punto 1064. 31 de enero de 1941. En Rennes, en la iglesia de San Germán, sonaba la hora. Eran las tres. Él: "Esta hora, ¿te recuerda algo? Adórame en la Muerte que padecí por ti, en espíritu de expiación. Recoge, hija Mía, como un tesoro precioso, esos últimos instantes de Mi Vida terrestre. Fueron Mi suprema Voluntad de sufrir, ante la Mirada del Padre, para salvaros. Ofrécele esos últimos minutos de Amor y de Sacrificio total. Dile: '¡Oh, Padre, tu Hijo se está muriendo; déjate conmover! Convierte a los pecadores, hazlos santos, hazlos sacerdotes. Da la Paz, la verdadera Paz, al Mundo. ¿Qué puedes, Padre, rehusar a Tu Hijo? Él ora en nosotros y por nosotros: ¡escúchanos!"'

   

     Punto 1065. 31 de enero. Via Crucis, 13a Estación. ''Tú también; descansa en las Manos de tu Santa Madre, y déjala curar tus llagas."

*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Si la Sangre de Jesús pudo obtener nuestra salvación, entonces con Ella podemos obtenerlo todo. Ofrezcámosla al Padre y seamos astutos; aprovechemos la Hora de la Misericordia, las tres de la tarde, aquella en la que ninguna petición hecha en nombre de Cristo queda sin respuesta…

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 1 de febrero de 2022.