La Semana Santa de 1941 ya ha llegado al momento cumbre: la Resurrección del Señor. Su Cuerpo Glorioso antecede lo que ocurrirá con el nuestro en la resurrección futura, esperanza para todos los que esperan en Cristo.
*** DIARIO ***
Punto 1095. Pascua de 1941. De camino hacia la Catedral, decía yo a lo largo de las calles: “Salud, mi Cristo resucitado.” Él: "Que para tu corazón el Mundo esté sepultado y que sólo Yo viva."
En el Ofertorio: "Ofrece, juntamente con la Mía, tu propia resurrección, que tendrá lugar en el último día. Ofrece la resurrección de todos los miembros de tu familia, de los que han vivido antes, de los que vivirán después; la resurrección de todos tus conocidos y de todos los demás, como un cortejo en torno a Mi Resurrección, para la gloria de Dios Padre."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Se habla poco de la resurrección de los muertos, del triunfo definitivo de Cristo sobre la muerte. Deberíamos hablar mucho más sobre esta certeza a la que los católicos nos acogemos con fuerte convicción, llegando incluso a infravalorar el deterioro del cuerpo ante el paso del tiempo y la enfermedad. Porque todo quedará en un recuerdo de nuestra vida terrena, y nuestro cuerpo glorioso se recreará en la Nueva Creación junto con la visión directa de Dios. Eso será el Cielo…
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 16 de abril de 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario