Gabriela vuelve a su hora de adoración. Entra en la capilla y se sienta ante el sagrario, sonriendo a un Dios que se ha hecho carne por ella, y que está en continua ofrenda ante el Padre Eterno. Con esa entrega, el Cordero de Dios podrá satisfacer las culpas que ella, inevitablemente, como todos nosotros, acumula a lo largo de su vida. No siempre fueron cosas graves, pero las ligerezas, los descuidos, los prejuicios, la dejadez, la falta de respuesta… todo eso nutre de alguna manera algunos o muchos momentos del día a día. Y si bien es cierto que siempre necesitamos Misericordia, no es menos cierto que esa Misericordia Divina se nos anticipa y nos espera en todo tiempo y lugar. La Sangre de Cristo lo ha obtenido así para nosotros…
*** DIARIO ***
Punto 1149. 3 de septiembre. Hora Santa. "Emplea esta Hora como Yo. En Mí. En el jardín, en suplicar y en amar. Pues todo eso lo puedes hacer a través de Mí, y Mi Oración es algo siempre nuevo.
En todo tiempo Mi Perdón es cosa de actualidad. Te será concedido, pues para ello Mi Sangre humedeció la Tierra. En cuanto a la paz del corazón ¡la tienes! Yo te la compré en el Huerto. Allí lo compré todo puesto que estoy en Agonía.
Y en cuanto a Mi Amor... pobre Amor Mío, ¿le falta alguna cosa? Sitúate. Mira cómo voy a enfrentarme con el sufrimiento; en esa lucha cuerpo a cuerpo que Mi Amor tanto deseó para que en Él Me conociérais como a vuestro Redentor. Mira qué desfigurado estoy… Pedro está atónito al ver Mi Rostro deshecho, Mis Cabellos humedecidos de Sudor y de Sangre. Mis Ojos miran con imploración a Mis tres apóstoles; Mi Amor ha tocado el extremo.
Mantente cerquita. Ofréceme. Pide salvación de pecadores para este día, para mañana. Dame almas. Ten confianza e implora, entre los dos lo podemos todo. En Mi Nombre, en el nombre de Mi Madre que misteriosamente tenía participación en Mi Dolor. Páganos con almas lo que nos debes a los dos. Ten tú misma Mi Sed de pecadores y recuerda la potencia de la oración. Yo oré, entonces, ora tú también. Yo Me entregué, entrégate tú. Y si tienes miedo, mírame, considera Quien Soy y quien eres. Escóndete en Mí. El Padre nos está mirando: míralo tú y ve cómo nos mira.
Estoy empleando palabras que están a tu alcance: Su Misericordia nos abraza a los dos. Esta unión hace tu fuerza y todo es fácil en el Amor. Que tu amor pequeñito se pierda para siempre en la inmensidad del Mío. Y nunca vuelvas por él para recobrarlo."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
En la conversación de hoy encuentro mucho de mí. Mi vocación dentro de la comunidad eclesial es matrimonial, de hecho en unos días celebrarémos nuestras bodas de plata. Pero en el plano espiritual, mi vocación es muy paralela a la de Gabriela, alma contemplativa que sabía encontrar en toda belleza un reflejo de Dios, y que se conmovía de forma especial ante el misterio de un Dios sufriente, de un Cordero herido que asume todas nuestras culpas.
Y así, en las palabras y expresiones como las que hoy se reflejan aquí, sigo adentrándome, como ella, en el sendero que conduce a Getsemaní..: (ver aquí),
(c) foto Manolo, dj
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 14 de septiembre de 2022.
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