1942. 17 de octubre.

     Hoy es un día especial. Con motivo de los días de guerra en Tierra Santa, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha invitado a la comunidad católica a celebrar una jornada de oración, ayuno y abstinencia para pedir La Paz en esta tierra devastada por la violencia. Esta circunscripción perteneciente a la Iglesia Católica tiene sede en Jerusalén Este y tiene como catedral el Templo del Santo Sepulcro, tan vinculado a la celebración pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo.

     Desde allí nos piden participación en la Comunión de los Santos para pedir así La Paz a Dios Padre; esto no quita mérito ni ha de ser sustituto de todos los esfuerzos humanos que sean necesarios para lograr una tregua en esta zona que, históricamente, ha soportado tantas muertes sangrientas. Y así, reunidos en nuestra acogedora capilla de Monteluz, nuestra pequeña comunidad ha intercedido ante la Custodia que contiene al mismo Cristo, y ha unido sus oraciones a las del resto de la Iglesia.

     Hoy el diario de Gabriela también nos habla de la muerte, pero de aquella que todo el mundo debiera tener, en paz y cargada de ofrendas que poder presentar al Señor…

*** DIARIO ***

     Punto 1273. 17 de octubre. Yo le hablaba de los sentimientos que me gustaría tener en el momento de mi muerte. “Dímélos desde ahora y los tomaré como Me los dices. Nada se olvida, nada se pierde."

*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Gabriela expresa en su inocencia el temor a no saber expresar, llegada la hora del encuentro, esos sentimientos que en este momento sí que puede albergar en plenitud. Pero Jesús la consuela, pues para Dios todo es presente, y todo lo que de bueno podamos hacer o sentir, ofrecido de esta manera, será escuchado por Cristo y tomado para toda la eternidad. En Su Infinita Misericordia, nada se pierde, todo nos lo guarda, y así lo hallaremos. Hasta ese extremo llega la grandeza del Amor de Dios por cada uno de nosotros…

Imagen tomada de Pixabay.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 20 de octubre de 2023.