Una vez viví una mañana primaveral en la terraza de Gabriela, en Le Fresne. Mi esposa y yo llegamos desde Granada en un viaje único, y pudimos disfrutar de una mañana como la que estamos viviendo estos días, como la que describe hoy el diario. La belleza del río Loira, la humedad del campo, el sol que empapaba el paisaje del pequeño pueblo… Es una vivencia única visitar la casa de Gabriela, pasear por donde ella paseaba, visitarla en su tumba como quien visita a un amigo. Os adjunto algunas fotos y el enlace que describe aquel viaje (aquí), de alguna manera os pongo en contexto para que podáis saborear bien la lectura de hoy…
A orillas del Loira (c) foto Manolo.dj
Vistas del Loira desde la terraza de Gabriela (c) foto Manolo.dj
La terraza de Gabriela, con la casa al fondo. (c) foto Manolo.dj
Le Fresne, donde transcurre gran parte de este diario. A la izquierda, la pequeña iglesia donde tantas veces transcurrieron las conversaciones entre Cristo y Gabriela. (c) foto Manolo.dj
*** DIARIO ***
Punto 1307. 18 de marzo. Iglesia de Fresne. "Humíllate. ¿Te da vergüenza humillarte conmigo? ¡Yo te conozco hasta el fondo!; pero Me gusta que Me confieses tus debilidades, a Mí, que Soy el Fuerte. Considera tu fragilidad y tus cortas perseverancias; ¿a quién le irás a pedir el remedio, sino a tu Salvador? Échate en Mis Brazos; juntos podremos hacer un buen trabajo... si tú Me invitas. Nadie podría tener más empeño que Yo en aceptar la invitación.
Invítame siempre: a la mesa, por ejemplo. ¡Cuántas veces asistí a comer con los otros durante los tres años de Mi Vida pública! Y lo hice no sólo con los Míos, sino también con los fariseos. Invítame también a tus jardines: charlaremos, y te parecerán todavía más lindos. Recuerda que Yo lo creé todo (las mariposas, las flores…), para vuestro contento. Para vosotros es... para ti es... la Naturaleza con todos sus perfumes. ¿Acaso no son delicados y suntuosos estos regalos Míos? Pero, ¿cuántos son los que tienen la idea de darme las gracias por esta radiante mañana de primavera?
Tú, pásale a Mi Corazón, en voz baja, la alegría del tuyo. Tus palabras serán para Mí como una recompensa. ¿Es que no eres feliz colocándome en la intimidad de tu existencia? Que sean cada vez más frecuentes estos viajes al interior de tu gran Amigo: esto será bueno para los dos. Toma parte en la consolación que los ángeles Me dieron en Gethsemaní. ¿En qué consistió el consuelo? En el pensamiento de que vosotros habríais de sacar provecho de Mi horrible Agonía y de Mi Sangre, que empapaba la Tierra como una savia potente.
Esta mañana observabas que muchas plantas crecen mucho antes de dar sus primeras flores; Sé tú como ellas. No te canses de aspirar hacia Dios, con palabras delicadas, de esas que tocan como un beso. Esto no sería audacia, sino simplicidad como de niño. ¡Qué bien si tú quisieras adquirir este hábito! ¿Me harás finalmente este honor?
Pide mañana a San José que te enseñe cómo vivir en familia conmigo. Pon en sus manos tu vida en Mí, y él, que es tan tierno, te enseñará. Recuerda a menudo que perteneces a la familia de Dios, Él te ama infinitamente. Trata de acercártele más, aunque no sea sino por un suspiro, por un silencio dedicado a Él, por un reposo en Él. La ambición de Mi Amor es la de hacerte reposar. Humíllate, querida hija Mía, tan frágil...”
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
En cada uno de estos párrafos Cristo le da indicaciones a Gabriela sobre la forma de intimar con Él, de mimarle en su vida interior. Todo comienza (y termina) con una invitación a la humildad, y luego le da pistas sobre ese ceremonial con el que dirigirse a quien es Su Señor: las invitaciones en la hora de la comida, a pasear por sus jardines, a disfrutar y agradecer por las bondades de la Creación…
Y como no puede ser de otra manera, le recuerda nuevamente lo central de la vocación que ella ha recibido: formar parte del círculo de Sus íntimos, y llevarle consuelo en la noche oscura del Huerto de los Olivos (ver aquí cómo puede ser esto).
Y como colofón, le invita a pedir ayuda al buen San José, cuya conmemoración se celebra precisamente mañana…
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