1936. 3 de noviembre.

     En ocasiones Gabriela transcribía dos o más diálogos acontecidos el mismo día. Es el caso de hoy, 3 de noviembre de 1936, en el que nos encontramos con dos puntos del diario.

***DIARIO***

 Punto 10. 3 de noviembre de 1936. A la hora de la Misa, en el barco que me traía de América. "Cree en la purificación infinita por Mi Sangre."

*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO***

    Purificados por la Sangre de Cristo. Lavados de nuestras culpas por su sacrificio al Padre, el único sacrificio que podía restaurar todo lo que perdimos por el pecado. Sangre de Cristo, tan necesaria... 

    Es un tema recurrente en el catolicismo, como no podía ser de otro modo. Como Cristo bien dijo, su Sangre fue derramada por muchos. Realmente fue entregada para todos, pero a nadie se obliga a tomar los frutos de la Redención, de ahí, que se utilice el término "muchos"; y el alcance de esta purificación salvífica, es infinito, pues infinita es la Misericordia de Dios.

© imagen tomada de www.parroquiasanmartin.com

*** DIARIO ***

Punto 11. 3 de noviembre de 1936. Regreso a bordo de "L'Ile de France". "No te detengas en los detalles. Ve hacia Mi Amor, con los ojos fijos. Si caes, levántate y mírame de nuevo." 

Con el pensamiento ponía yo mi cabeza sobre Su Hombro. Me dijo: "¿Me la das para siempre?" 

En otra ocasión me dijo: "Busco hambrientos." Yo: "Señor, dame la sed del martirio." Él: "No quieras tener sino lo que Yo quiera ofrecerte."

*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO"

     Breves y variados diálogos en este punto 11.

      En el primero de ellos vemos a Cristo queriendo dirigirnos a lo esencial (sí, dirigirnos, el mensaje era para ella pero también para nosotros): directos hacia Cristo, sin detenernos, sabiendo que caeremos muchas veces pero que siempre podemos levantarnos.

     El segundo recuerda mucho a las palabras de los enamorados, cuando el pensamiento de Gabriela, usando su imaginación (no se trata de visiones) busca descanso en Cristo.

      El tercero viene a recordarnos la supremacía de la Voluntad de Dios en todo, incluso en la forma de seguirle, no siendo nosotros los que le indicamos la manera sino que es Él quien planifica nuestra vocación de servicio a Su Reino.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 4 DE NOVIEMBRE DE 2017