viernes, 8 de febrero de 2019

1938. 8 de febrero.

     Es frecuente que, en los diálogos entre Jesús y Gabriela, encontremos a veces verdades muy elevadas que, si bien no se encuentran directamente en la Biblia (por lo tanto ni en los Evangelios), están en perfecta consonancia con la teología católica. Tal es en caso de lo referido a los ángeles, que contemplan a Dios cara a cara, como las almas del Cielo, los cuales ya han escapado de la tentación y no pueden  pecar.
     Es preciso decir que esta precisión en las verdades de Fe derivadas de estos escritos forman parte del aval exigido por la Iglesia para otorgar veracidad a los mismos. De hecho, es llamativo que el diario de Gabriela contase con aprobación de la Iglesia y fuese comenzado a difundirse estando ella aún en vida.


*** DIARIO ***

Punto 388. 8 de febrero de 1938. Después de la comunión. "Los ángeles, cuando pecaron, no habían aún visto a Dios. Si lo hubieran visto, no habrían podido pecar. Mira pues a Dios cuanto te sea posible. Contémplalo. ¡Contempla!"
     Mientras hacía una mortificación corporal, yo decía: "¡Si estos golpes pudieran alcanzar mi corazón y ablandarlo por los Sufrimientos de Cristo!" Entonces me dijo: “Tengo en cuenta tu deseo como si se hubiera cumplido. Activa con mayor frecuencia tus buenos deseos."
     En una duda. "Si no creyeras, no Me dirías esas palabritas. Al decírmelas puedes saber que Me amas. Yo Soy bueno para con quienes Me tienen confianza y Soy más bueno aún para los que confian más. Pero a los que se pierden totalmente en la confianza, Yo los tomo integralmente. ¿No crees que si ciertas almas del Purgatorio hubieran usado los Sacramentales, el Agua Bendita y otros, estarían ya ahora en el Cielo? Emplea esos medios que Yo instituí para vosotros."



*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Aprovecho el texto para hacer un breve comentario sobre la mortificación corporal. La Iglesia no permite que se lleven a cabo mortificaciones que vayan más allá de una ligera molestia, la cual tiene por objeto el acercamiento espiritual de quien la practica con la Cruz de Cristo. Todo lo que suponga agresiones fuertes deriva, o bien de errores cometidos por falta de una sana dirección espiritual, o de exageraciones muy típicas del mundo del cine.
    Así, en ocasiones Gabriela hace referencia, por ejemplo, a dormir no sobre un colchón sino sobre una manta o sábana  en el suelo (los excursionistas duermen sobre el suelo por pura afición a la montaña, pero esto no es mortificación). 
    Las mortificaciones recomendadas por la Iglesia suelen ser referidas  más bien a sacrificarse en algo (ayuno por ejemplo), o soportar con paciencia las incomodidades que ya de por sí la vida nos trae.
    En el caso presente, tal vez se refiriese a la llamada “disciplina”, que gozó de fuerte arraigo en la tradición cristiana y que permanece, aunque con poco uso, en algunas comunidades. Son muchos los santos que han referido mortificaciones parecidas, y la Iglesia las respeta, pero recomienda dirección espiritual para discernir si la práctica entra en los cánones razonables o deriva en una conducta agresiva no tolerada.
    E insisto en lo de antes: bastante Cruz trae de por sí la vida, no veo necesario ir a buscar mortificaciones corporales, más sentido le veo a los pequeños sacrificios ofrecidos con amor. En cualquier caso, lo que en este caso valora Jesús es la intención de Gabriela.

    Por último quisiera destacar la importancia de volcarse en la confianza hacia Jesús cuando llega el momento de la duda, algo que suele ocurrirnos con frecuencia. Ante el temor, la apatía o la tristeza, JESÚS CONFÍO EN TI.



PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 10 de febrero de 2019.




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