Alguna que otra vez sale a la luz algún detalle de la vida ordinaria de Gabriela. En esta ocasión está encerando el parquet de casa; probablemente se trate de la casa paterna, en Nantes, la cual heredó y destinaba con frecuencia al hospedaje de sacerdotes y religiosos.
*** DIARIO ***
Punto 852. 9 de marzo. Mientras enceraba yo el parquet, Él me dijo: "¿Soy acaso un mal Señor? ¿O encuentras dulce Mi yugo? ¿No vale la pena que te abandones a Mí con todo lo que eres y con lodo lo que tienes? ¿Quién crees que Soy Yo?" "Señor, Tú eres el Suave, el Inexpresable, el infinitamente Bueno."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Aprender a ser “suave” es lo más difícil que tenemos en este mundo. Hoy mismo me he sorprendido enzarzado en una fuerte discusión que no esperaba, y con alguien muy cercano. No sé, tal vez no he debido sorprenderme tanto...
Lo que brota de nuestro interior no es bueno, llevamos la herencia de aquel primer pecado, y la violencia puede surgir y tomar el mando. Ya no hablo de motivos, de circunstancias, sino de nuestra naturaleza; no se trata tanto de ver quién tiene razón, sino de saber dominar los impulsos para restablecer la cordura.
¿El precio? El de siempre: sacrificio. Mordernos la lengua (máxime si creemos estar en lo cierto). Y ojo, no hablo de callar, pues lo justo ha de ser puesto encima de la mesa. Hablo de dominarnos, de mostrar que tenemos señorío sobre las bajas pasiones. Pero ni ese dominio ni ninguna virtud procede de nosotros, sino de Dios. Por eso, el único camino para crecer verdaderamente es abandonarnos en Él; con todo lo que somos y con todo lo que tenemos. El camino no es fácil...
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 10 de marzo de 2021.
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