martes, 21 de septiembre de 2021

1940. 21 de septiembre.

     La Gran Guerra apenas ha comenzado, y el poder de la Alemania nazi da muestras de fortaleza. Son meses difíciles para Gabriela, que tiene que soportar la ocupación de su casa en Nantes por oficiales alemanes. No se vislumbra horizonte en el que esto pueda cambiar, y la carga de la cruz sólo toma sentido si se ofrece a Cristo…


*** DIARIO ***

     Punto 986. 21 de septiembre. "Ofrecer un sacrificio no consiste en no sentir el dolor del desprendimiento, el pensamiento de lo que se dejó viene con frecuencia a remover las aguas amargas. Pero a cada acometida del desamparo ponte de nuevo ante Mí, en espíritu de holocausto. Cada vez se iluminará la Tierra con un arcoiris de gracias. ¡Hay tantas cosas que son invisibles para vosotros! Pero dimanan de vuestros actos como  una aureola benéfica.
      Tú sabes cómo el mal se difunde y gana terreno. ¿Por qué no habría Yo de dar al bien las alas benditas de una suavidad conquistadora? Entonces, ¿quién podrá detener la marcha del bien que pasa de un alma a otra? ¡Hasta el fin del mundo! Tú nunca llegarás a saber las consecuencias de uno u otro de estos renglones que serán leídos en Mi Amor. Sí. Pídeme que todos saquen de ellos alegría, luz y consolación. Si Me lo pides, Yo no podré negártelo."

     Punto 987. Hora Santa. "Considera la acción del sol y la importancia que tiene en todas las cosas de la Tierra. ¿Cuándo entenderán las almas que Dios es su Sol y su Vida, el gran Encantador de la duración de sus vidas y el único Fin de su existencia?
     Recuerda siempre esta plegaria: 'Líbrame, Señor, de la preocupación por las bagatelás.' Todo es poco fuera de Dios; y Su Vida debe aumentar en vosotros todos los días. Cuando estéis en la otra vida os diréis: '¿Cómo fue posible que haya yo pasado tantos momentos sin amarlo?'
     Yo he querido que Me busquéis en la oscuridad para que vuestra búsqueda tuviera mérito. Y Me gusta también que Me encontréis en la penumbra. La claridad indecible vendrá más tarde. Yo también viví horas tenebrosas, cuando Mi Divinidad parecía alejarse de Mi Humanidad. ¡Qué bien fraternicé con vosotros! Tomando sobre Mí todas vuestras flaquezas, ¡Mis pobres pequeños! Yo fui en realidad un HOMBRE entre los hombres, y ya desde antes de Mi Pasión sabía Yo lo que es el sufrimiento. Y Yo lo amaba, por Amor a vosotros. Amadlo vosotros ahora, por amor a Mí. Y yo sacaré de eso la conversión para otros y para vosotros, Gloria, pues todo se vuelve a encontrar allá Arriba, en Mi Corazón. Cobrad pues ánimo en vuestros sufrimientos, Mis pobres pequeños. 
     Algunas almas hay que llegan a no poder estar sin sufrir algo; y es por la experiencia que tienen de que el sufrimiento las acerca a Mí. Aun cuando Yo os amo a todos y en todo momento, considero con un Amor particular a aquellos entre Mis hijos que están sufriendo. Los miro con una mirada mucho más tierna y afectuosa que la de una madre. Te lo digo y repito Yo, que hice el corazón de las madres. Volved pues a Mí vuestros ojos entristecidos. Contadme cuál es vuestra pena, pequeños Míos que estáis ya en Mi Corazón y que sin embargo, os sentís lejos, tan lejos. Tratad de encontrarme cada día dentro de vosotros mismos; y allí, de manera muy pequeñita, dadme las muestras de afecto que daríais a un padre o a una madre muy queridos. 
     Seréis bien felices cuando esto se os haya convertido en un hábito; vuestra vida se hará muy dulce. Y Yo os bendeciré, pues habréis finalmente respondido a Mi llamada. La llamada del que aguardaba de pie ante la puerta, preguntándose si los ruidos de la casa, allá adentro, Le eran favorables.
    Piensa que si Él 'se mantiene de pie' es porque sabe que Lo pueden rechazar. Y no falta quienes se impacientan de que Él esté ahí esperando y por las claras  Le dicen: 'Nunca entrarás en mi casa.' Como si Él fuera un malhechor, Él, que murió por Amor a todos... Pero cuando alguien Le dice: 'Entra', y cuando se añade: 'Quédate con nosotros' el pobre Solitario que Soy Yo experimenta lo que Él mismo ha llamado 'las delicias de los hijos de los hombres.'
     Esto no lo sabéis vosotros, pero Dios lo sabe y sólo más tarde conoceréis vosotros el volumen de delicias que habéis procurado a vuestro Salvador. Y esas almas que continuamente conversan conmigo en su interior, ¡cuánta alegría Me dan! Tú no sabes, hijita, lo que es sentir en medio de la soledad en que otros Me abandonan, que un alma Me considera como su gran Amigo, el más querido, el Predilecto, el Unico esperado..."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Todo es elegir, Él no obliga. Permanece a la espera de una respuesta, aunque sea lenta y paulatina. Pero una “sí” en voz baja, una puerta que se abre aunque sea un poco, Le merece la espera de toda una vida. Es Su oficio, démosle alguna oportunidad, que además nos conviene…


Imagen tomada de Pixabay.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 22 de septiembre de 2021.

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