sábado, 13 de junio de 2020

1939. 13 de junio.

     Rara vez menciona Gabriela a los distintos grupos que ha ido creando para interpretar sus obras. Ya sabemos que visitó numerosos lugares y lados es, incluso llegando a zonas lejanas, como Palestina o Canadá. La impresión, al leer el texto de hoy, es que tal vez iba fundando distintos equipos de actores en las distintas diócesis que visitaba para que, bajo su supervisión, continuase la actividad teatral a medio o largo plazo.

Gabriela junto a un grupo de pequeños actores, en la interpretación de “La cantante callejera”


*** DIARIO ***

     Punto 704. 13 de junio, martes, día concedido a mis jóvenes actrices. Le dije: "Señor, ¿podrás llevar mi comunión a todos mis grupos en las cuatro partes del mundo?" Me dijo: "Eso no Me es más difícil que descender al altar." (Era el momento de la elevación).
     Me habían encargado preparar unas telas blancas y rojas para la procesión. Me dijo: "Hoy ocúpate de Mis Vestiduras." Y por la tarde, como yo había trabajado en eso con una vecina y no había pensado en Él, Le pedí perdón. Él: "Entonces, cuando vayas a entregar tu trabajo piensa en Mí, y obtendrás las mismas Gracias; como los obreros de la hora undécima. Así es Mi Misericordia."


*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

      Es frecuente encontrar en el diario algunas referencias a la llamada “pureza de intención” mediante la cual Dios concede los mismos méritos por la verdadera intención de hacer una buena obra que si ya se hubiese realizado de forma perfecto, es decir, que es esa pureza de intención la que otorga la Gracia, con independencia del resultado obtenido.
      En el texto de hoy vemos un ejemplo prescrito, iluminado además por aquella impresionante parábola de “los obreros de la hora undécima”. Recordemos esta enseñanza del evangelio:

"El Reino de los Cielos es semejante a un amo que salió al amanecer a contratar obreros para su viña. Después de haber convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Salió también hacia la hora de tercia y vio a otros que estaban en la plaza parados, y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os daré lo que sea justo. Ellos marcharon. De nuevo salió hacia la hora de sexta y de nona e hizo lo mismo. Hacia la hora undécima volvió a salir y todavía encontró a otros parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí todo el día ociosos? Le contestaron: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a mi viña. A la caída de la tarde dijo el amo de la viña a su administrador: Llama a los obreros y dale el jornal, empezando por los últimos hasta llegar a los primeros. Vinieron los de la hora undécima y percibieron un denario cada uno. Al venir los primeros pensaban que cobrarían más, pero también ellos recibieron un denario cada uno. Cuando lo tomaron murmuraban contra el amo, diciendo: A estos últimos que han trabajado sólo una hora los has equiparado a nosotros, que hemos soportado el peso del día y del calor. El respondió a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿acaso no conveniste conmigo en un denario? Toma la tuyo y vete; quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿No puedo hacer yo con lo mío lo que quiero? ¿O es que vas a ver con malos ojos que yo sea bueno? Así los últimos serán primeros y los primeros últimos"(Mt)




PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 15 de mayo de 2020.



No hay comentarios:

Publicar un comentario