1940. 4 de julio.

     Se acerca el día de la prueba, aquella que el mismo Jesús le anunció días atrás. Durante la invasión alemana, los militares de alto rango solían ocupar las viviendas de las zonas asediadas, aprovechando la huida de la población civil.

    Ahora, tras la firma del armisticio, Gabriela regresa a Nantes sin saber qué puede haber pasado con su casa natal, la cual heredó tras la muerte de sus padres. En ella se encuentran sus posesiones más queridas, como aquella escultura tan especial que representaba a Jesús expirando (ver aquí).

Vivienda de Gabriela en Nantes, hoy derribada y convertida en un edificio moderno.

*** DIARIO ***

     Punto 934. 4 de julio. Regreso a mi casa, que encontré llena de oficiales alemanes. Comprendí Su frase del 20 de junio: 'Si los alemanes vienen, Yo los recibiré.' Su estatua de busto había sido descubierta y Él presidía en el salón en el que dormían los enemigos. "Dirígete siempre a Mi Bondad, pues ya la conoces. Estoy aquí para cuidarte. Si tú eres pequeña, Yo Soy grande y fuerte. Aprovéchate de la Grandeza de tu Hermano. Y sobre todo, ¡no dudes! porque vuestro mérito consiste en ver en la obscuridad y en estar seguros con la seguridad del amor."

     Punto 935. 4 de julio. "Señor, ¿es que voy a seguir caminando así, de pecado en pecado, hasta la muerte?" Él: "Tienes Mi Sangre. ¡Si supieras lo ansioso que estoy porque se sirvan de Ella! Esta Sangre puede limpiar a la perfección cualquier pecado que se lamenta. ¿Para qué, si no, La habría Yo derramado? Pero hay que ofrecerla al Padre. Hay que verterla sobre el mundo. ¿Quién piensa en eso? Y sin embargo, el enfermo tiene gran necesidad de la medicina. ¿No recuerdas que una vez te decía que Mi Corazón es un hospital?"

*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***

     Su Sangre, tan necesaria para todos nosotros… pensemos en esto con frecuencia…

Imagen tomada de Pixabay.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 6 de julio de 2021.