Después de unos días en Bastia, Gabriela comienza a llevar sus comedias por varias ciudades y pueblos de Córcega.
Una de sus visitas se dará en Vico, con toda probabilidad en el convento de San Francisco, donde aún residen los Oblatos de María Inmaculada Inmaculada desde finales del siglo XV.
Algunos de los lugares que visitará son muy humildes, y los sacerdotes no dan abasto para atender a todos los feligreses, pues son muchos los que acuden a celebrar la Eucaristía; así, algunos sitios más alejados sólo pueden recibir la visita del cura con una periodicidad quincenal.
*** DIARIO ***
Punto 331. 19 de noviembre. Vico. Durante la Misa, a la hora de la Elevación, yo echaba de menos el que no me diera la Mano. Me dijo: "Mi Mano te toca todavía y la Sangre corre sobre ti. Sé bien cariñosa para con los niños pequeños. Recuerda que Yo fui niño."
Punto 332. 19 de noviembre. En Vico (Córcega). Una Gracia de Esperanza. Me dijo: "Espera. Húndete en la Esperanza."
Punto 333. Sagona (Córcega). Una granja hace de iglesia. A un lado hay animales y basura. Se celebra la Misa allí cada quince días. "Mira hasta dónde Me impulsa el Amor. Todos los habitantes de aquí tienen su casa. ¡Mira la Mía!"
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
De nuevo nos encontramos con esos “pensamientos profundos” que hacen que Gabriela tenga experiencias místicas, aun sin llegar al grado de la visión, como hemos podido observar en otros puntos del diario. Aquí, de nuevo, ella acompaña al Señor durante su Pasión cogida de Su Mano, hasta el momento de la Elevación (que coincide con la llegada al Calvario y la crucifixión).
Convento de San Francisco (Vico).
Puerto de Sagona, en una pintura de 1929 realizada por Daniel Jaugey