Hoy Gabriela está en Nantes, en su casa natal, y allí tiene tiempo para recordar varias cosas...
*** DIARIO ***
Punto 118. 12 de mayo. Nantes. Recordándome todas las misas que se han celebrado en la casa de la
avenida Launay, me dijo: "Era bien sencillo que Yo viniera allí, pues tú Me habías dado esa casa."
Entonces recordé que un día Le había yo dicho: "Esta casa es de nosotros dos".
Yo desconfiaba de
mi influencia y creía incluso escandalizar por mi risa fácil, cuando una carta de Africa vino a
consolarme. La carta decía: "Me parece que en ciertas creaturas se refleja más que en otras la
Presencia de Cristo. Y este reflejo divino, como un imán invisible, atrae las almas. Es un poco el
caso de usted."
Recordé otro día, en Orán, cuando yo dudaba si debía o no escribir. Entonces la monjita vino a
poner sobre la mesa tres lindos cuadernos blancos en un estuche. Era Su Respuesta.
Punto 119. 12 de mayo. "Yo ando en busca de sufrimientos que quieran unirse a los Míos."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Al punto 118. Ya en otra ocasión había referido Gabriela las eucaristías celebradas en su casa de Lunay, pero es especialmente bello el detalle que tiene Jesús de recordarle aquel día en el que ella le ofreció su casa. Posiblemente ella ya no lo recordaba, pero Dios tiene buena memoria, y aquí nos da una preciosa muestra de su ternura y buen humor.
Por otro lado, Gabriela dudaba sobre la influencia de su sonrisa, ese don del que ya hemos hablado en ocasiones, y al igual que su vocación de escritora en ese recuerdo de su estancia en Orán, Dios supo darle la respuesta que necesitaba a través de otros...
Al punto 119. Gabriela no refiere cuál fue su respuesta a esta petición de Jesús, sin duda que la dio, pero tal vez no en ese momento. Nos pasa a todos; nos bloqueamos ante la misteriosa apariciòn de la Cruz en nuestras vidas, pero Dios ha querido que seamos corredentores con Él...
Casa de Gabriela en la Avenida Lunay, Nantes.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 14 de mayo de 2018.
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