*** DIARIO ***
Punto 317. 26 de octubre, después de la comunión. "¿Por qué te diriges al Tabernáculo del altar siendo así que Yo estoy en ti?
Tú eres Mi consagrada: no sirvas a nadie fuera de Mí. Siempre estoy contigo. Si supieras cómo te aguardo y cómo aguardo a todas las almas...
Que tus obras del día de hoy sean santas. Invoca al Espíritu de Santidad y pídele que te llene de Amor." Yo: "Señor, ¿Te agrada que hable de todo contigo?" Él: "Me gusta todo lo que te acerca a Mí." (Yo me reprochaba el no pensar a menudo en aliviar las penas de las almas del Purgatorio). Él: "Pero tenías la intención: Yo salvaba al mundo en la gran línea de Mi Vida."
Acabado el desayuno, me olvidaba yo de dar gracias. Me dijo: "¿Qué podría significar la cruz que has puesto en tu sepulcro si no la señalaras con frecuencia sobre tu cuerpo vivo? Ama el sufrimiento; todo lo volverás a encontrar Allá Arriba."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
A menudo ocurre que, tras comulgar, olvidamos inmediatamente que el Señor está en nuestro interior. Es una realidad material que dura unos minutos, mientras persiste la naturaleza de las especies, y es frecuente que, en nuestro despiste, dirijamos nuestras palabras y mirada al sagrario, como cuando estamos orando en el templo.
Por otro lado... ¿Dios puede pedirnos algo? Por supuesto que sí. Es nuestro Padre Creador, y nos salvó (sí, nos salvó) para que podamos tener una vida eterna. Vendrá un mundo nuevo, disfrutaremos de la plenitud de la santidad en un cuerpo resucitado, y ya nunca estaremos sometidos a las esclavitudes que nuestra naturaleza caída nos impone (por el pecado original). Dicho esto, claro está que todo lo que nos pide es para nuestro bien, aunque a menudo sea costoso, pero siempre redunda en nuestro bien y en el de otros. Por lo tanto, que nadie se escandalice cuando Jesús pide a Gabriela que no sirva a nadie fuera de Él, es decir, que cuando sirva a sus hermanos, no lo haga en nombre propio, sino en nombre de Dios. También pide que haga santas las obras ordinarias del día, y recomienda que acuda al Espíritu Santo, a nuestro asistente en el Amor.
También es interesante el momento en el que Gabriela se reprocha el no haber orado con frecuencia por la almas del Purgatorio. Es una importantísima obra de caridad. Estas almas no pueden hacer nada por ellas mismas y están enfrentándose a la Verdad que no vieron con plenitud en su vida terrena. Es un proceso purificador no exento de dolor, pues supone una toma de conciencia de las consecuencias de haber obrado mal. Son almas muy queridas por Jesús, ya están salvadas, pero han de tomar plena conciencia de lo que significa la santidad, y una vez purificadas, estarán listas para entrar en el Cielo. Nuestra oración y sacrificios ofrecidos a Dios ayudan a aliviar su enorme sed de Dios y acortan su estancia en el Purgatorio, y a su vez, sus oraciones por nosotros nos aportan innumerables gracias y ayudas.
Me interesa especialmente hacer incapie en la pureza de intención. Gabriela tenía intención de orar por estas almas, pero se le olvidó. Sin embargo, Dios derramó sus gracias en el Purgatorio exactamente igual que si la oración de Gabriela hubiese tenido lugar, por lo que los méritos, cuando so omite una acción por motivos no culpables, se adquieren en virtud de esa pureza de intención. Así es nuestro Dios...
Por último, quiero hacer notar que el crucifijo al que hace referencia Jesús en la última frase es el que, efectivamente, Gabriela había preparado para que fuese puesto en su sepulcro el día de su muerte. Parece ser que era costumbre, llegada cierta edad, que las personas dispusieran cómo iba a ser su sepultura, y ella había ya escogido el precioso crucifijo de mármol que sería puesto sobre su tumba.
El pasado mes de mayo, mi esposa y yo realizamos una preciosa peregrinación a Le Fresne, el pueblo a orillas del Loira donde Gabriela pasó tantos veranos y sus últimos años. Allí tuvimos la oportunidad de estar un rato acompañando a Gabriela en su tumba, y pudimos ver el bonito crucifijo. Querida Gabriela, ruega por nosotros...
(c) Manolo dj.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 28 de octubre de 2018.
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