Hacer una Hora Santa es, simplemente, acompañar al Señor un buen rato en cualquier capilla, ante cualquier sagrario en el que se encuentre la Sagrada Forma: ahí está realmente presente Cristo, en Cuerpo y Alma, con toda Su Humanidad, y créeme que habla, tanto o más como en la conversación de hoy con Gabriela…
*** DIARIO ***
Punto 1072. 6 de febrero de 1941. Hora Santa, en Notre Dame de Nantes. Yo estaba muy descontenta del valor de mi día. Él: "Eso no importa. Yo te tomo como eres, con tus justificados descontentos. Echa de menos el bien que no haces. Dime que mañana vas a poner más atención. Ten la seguridad de que Yo prefiero a un alma que cae y se arrepiente, antes que a otra alma llena de orgullo por sus buenas acciones. Esta pierde todo su mérito.
Sé pequeña, muy pequeña, siempre, Mi Gabriela. Mírate en tu falta de energía, en tu imposibilidad de ser buena sin Mi Auxilio. Eres nada. La nada de donde te saqué. Créelo en firme, porque ésta es la verdad. Y la nada no es capaz de nada. Y además, tu vestidura tiene tantas manchas... piensa en el trapo con el que se limpia debajo de los muebles. Llega incluso a desear que te desprecien, para que así participes conmigo, que fui despreciado. Y sin embargo, tú no eres inocente como lo era Yo.
Y en el desamparo de tu pobreza, mira Mis Riquezas: son todas tuyas. Mira Mi Bondad y arrójate en Mis Brazos. Mira Mi Amor y no temas nunca, pues Soy tu Salvador. Juan, Mi Apóstol, decía simplemente: ‘Es el Señor', y para él eso quería decir ¡tantas cosas!... Y, ¿para ti?'' Yo: "Para mí también muchas cosas, mi Señor,'' Él: "Es preciso que para ti Yo lo sea todo. ¿Lo entiendes? ¡Todo! Tu vida es para Mí. Para Mí tu razón, tu corazón, los motivos de tu existencia. Tu muerte dámela como el coronamiento de tu amor. Será al fin la apoteosis.
¿Recuerdas el grito que lancé antes de expirar? Os gritaba por última vez Mi Amor en medio de atroces Sufrimientos. Únete a Mí. Responde a Mi Grito, dáteme. Guarda todo tu 'tú' para Mí y dame las gracias porque tengo tanta Voluntad de tomarte, a ti, tan poca cosa…
Te iré dando Gracias, más y más grandes, conforme te vayas haciendo más y más pequeña. Aléjate de ti misma. Que Yo te ocupe por entero. Quiero todo el lugar."
Punto 1073. 6 de febrero de 1941. Via Crucis. "Señor, quiero ayudarte como el Cireneo y bien querría que lo hubieras sentido en Tu Camino doloroso." Él: "No dudes que así haya sido. Yo veía todos `los tiempos`.”
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
De nuevo, la posibilidad de consolar a Jesús en Su Dolorosa Pasión (ver aquí). Y de nuevo también, humildad, principio de todo camino de santidad; y para ello Cristo nos recuerda que el Padre nos creó de la nada, de donde venimos… Ojo, cierto es que al polvo volveremos porque la muerte aguarda a cada uno de los que han venido al mundo, pero nuestra alma es inmortal, y al cuerpo le espera una Resurrección que será gloriosa si estamos en amistad con Dios. De modo que, humildes por nuestra condición de pecadores, pero esperanzados al ser coherederos en Cristo.
Ìmagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 12 de febrero de 2022,
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