Hoy, como cualquier otro día, el diálogo entre Gabriela y Jesús transcurre con toda naturalidad…
*** DIARIO ***
Punto 1124. A la hora de comer yo Le decía: "Amor mío, bendice mi comida." Él: “La bendeciré simplemente porque Me has llamado 'mi Amor'. Yo Soy más sensible que el más sensible de los hombres y vuestras palabras de niños afectuosos tienen gran poder sobre Mí. Conoced los caminos que os llevan directamente a Mí. Os revelo Mis Secretos. Yo Soy como Sansón cuando reveló a Dalila el secreto de su fuerza. Él se arrepintió de haber hablado; Yo en cambio, Me entrego sin devolución, porque Mi Amor es inconcebible. Vosotros creéis poco en este peso de Amor que os acompaña porque juzgáis a vuestro Dios según las medidas humanas. Tú, cuando menos, ríndete y reconócelo. Cree sin definir las cosas. Admíteme en ti.
Si tu miseria te abruma, piensa que a Mí Me atrae. Si tu frialdad te da miedo, podrás siempre tomar Mi Amor. Yo Soy tu Creador y Soy Grande; tú eres Mi hija pequeña. Yo cenozco tus emociones lo mismo que conozco cada una de las olas del mar. Antes de que empieces a hablar, ya te oí. Porque habito en ti. ¿Quieres dejarme pasear por tu jardín interior?" Yo: "Descansa en él, Señor. Toma las flores y los frutos". Él: "Yo sembraré y tú harás crecer. Y luego Me entregarás toda la cosecha, porque Yo Soy el Dueño del jardín."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Todo el Evangelio revelado, todas las palabras que nos dirige el Espíritu a través de la Iglesia, el testimonio de la vida de los santos, las palabras de María a través de los siglos, o estas mismas revelaciones particulares (debidamente aprobadas), tienen un mismo fin: que conozcamos la verdadera naturaleza de Dios, para poder así corresponderle de mejor manera…
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 21 de julio de 2022.
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