Gabriela va avanzando en edad, y aunque todavía vivirá varios años más, últimamente el tema de la muerte aparece con cierta frecuencia. En este este otoño del 42 nuestra autora teatral parece que escribe más de tarde en tarde, apenas un apunte semanal, si bien los diálogos con Jesús debieron ser más frecuentes. Todos tenemos circunstancias complejas en determinadas etapas de la vida, y tampoco estos tiempos de guerra en la Francia ocupada debieron ser fáciles…
*** DIARIO ***
Punto 1278. 12 de noviembre. "Comprende bien, hija Mía, que si Yo no estoy ya sobre la Tierra, os he dejado a vuestro prójimo; y que tus deseos de amarme, de servirme y de consolarme pueden tener su realización en el prójimo. En él puedes atenderme como antaño Me atendieron Martha y María. ¡Qué sonriente serías para todos si realmente vieras en todos a tu Jesús! Piensa en ello, y no economices tus amabilidades, pues seré siempre Yo Quien las reciba. Tengo muchas maneras de responder a los que buscan agradarme.
No debes asombrarte de tus lentitudes en llegar a Mí; pero has de pedir incesantemente la ayuda de lo Alto, que es donde está la ocupación de tu alma. No prives al Cielo de estos vuelos del corazón. Porque el Fin se acerca y tienes necesidad de contactos más cálidos y frecuentes con el Más Allá; así como cuando se hace un viaje preciso y definitivo se tiene gusto en vivir por adelantado lo que nos está aguardando en los nuevos horizontes. Di a tu Esposo: '¡Es tiempo ya de que nos veamos! ¿Cuándo me mostrarás la Dulzura de Tu Rostro? ¡Ya he caminado bastante en el desierto! ¿Por qué no puedo aún dejar esta Tierra árida y fría para caer entre Tus Brazos? ¡Enciende mis deseos! Apresura mis pasos; porque ya no puedo estar en ningún lugar. Haz que mi alma se escape de la red de mi cuerpo y que ese soplo que Tú me diste, se pierda en Tu Ser!’ Si Me hablas así Yo escucharé tu voz, pues Yo mismo estoy preparando el Encuentro. Tú dirás: ‘¿dónde está mi Amado?’ , porque todavía no Me habrás visto, aunque siempre estoy contigo, ya que estoy en todos los lugares.
Hija Mía, sé siempre atenta en el silencio. Ofrécete al Padre envuelta en Mis Méritos. Implora el Amor del Espíritu Santo y abandónate sin mirar atrás, como Yo en el Gólgotha."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Ciertamente Cristo no miró atrás. Sabía que debía dar el paso definitivo para que Sus Méritos obtuviesen nuestra salvación, y ese era su único pensamiento, servir a la Voluntad del Padre en favor de las almas. Si tanto ofreció por nosotros, imaginemos lo que nos tiene reservado si accedemos a Su Invitación al Banquete Eterno…
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 19 de noviembre de 2023
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