En los diálogos entre Jesús y Gabriela, Él muchas veces le hace recordar expresamente algunos pasajes del Evangelio. En otras ocasiones, ese recuerdo viene como un señuelo que se cuela en la conversación, de una manera aparentemente informal, pero provocada para evocar un determinado momento de la vida de Jesús en la tierra. Hoy es uno de esos días…
*** DIARIO ***
Punto 1305. En la iglesia de Fresne. Él estaba expuesto sobre el altar, y yo Lo miraba desde el fondo del coro. Oí Su Voz, que decía: "Hay alguien que Me está mirando...", como aquella vez que, en medio de una multitud, dijo: "Alguien Me ha tocado". Me sentí invadida por la Fe.
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Estos momentos de certeza en el torbellino, a veces difícil, de la Fe… todos los hemos tenido. La Presencia de Dios en la vida de cada uno no pasa desapercibida para el alma, que con una sensibilidad especial siempre sabe reconocer a su Creador y Señor. Luego está la dificultad de creer, comprensible en un mundo que a menudo parece caerse a pedazos; y no es fácil el camino ni siquiera para quienes queremos realmente seguir a Cristo. Pero esa seguridad de haberlo encontrado en tal o cual momento siempre está. Muchas veces preferimos mirar para otro lado, por miedo a un determinado compromiso casi siempre, pero el alma sabe con Quién se topó aquel día… y el recuerdo no se borra.
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