Estos meses son dramáticos en la Francia ocupada. En un intento por debilitar a los alemanes, los aliados realizan numerosas incursiones aéreas bombardeando sistemáticamente enclaves estratégicos, pero con las nefastas consecuencias letales para la población civil. Se calcula que del orden de 75.000 personas perdieron la vida en diferencias ciudades bombardeadas en Francia en el curso de estas operaciones.
La población de Nantes fue una de las más afectadas. Allí estaba la vivienda natal de Gabriela que ella heredó a la muerte de sus padres, la cual primeramente fue ocupada por oficiales alemanes, y una vez que la abandonaron, la destinó a acoger a refugiados de la guerra, fijando ella su residencia habitual en la casa de Le Fresne. Sin duda, son días difíciles.
*** DIARIO ***
Punto 1336. 30 de septiembre de 1943. Le Fresne. Yo lamentaba no tener a mano un camioncito para salvar mis posesiones en el bombardeo de Nantes. Él: "¿y por qué te inquietas? ¿No estoy Yo contigo para cuidarte? ¿O crees que no sé qué es lo que te hace falta, lo que va a ser lo mejor para tu alma? Ten confianza y entrégamelo todo. Ni tú has dejado de ser Mi hija, ni Yo tu Padre. No hay desigualdades en Mi Amor, porque Yo Soy inmutable. Y puesto que te Me he dado, tuyo quedo."
Yo pensaba en los extranjeros que estaban refugiados en mi casa, Me dijo: "No creas que esto ha sucedido por casualidad: Yo los escogí. Hazles todo el bien que puedas, con la diplomacia de un apóstol decidido a lograr sus fines. Encomiéndalos a Mí y ruega por ellos. Sufre por ellos, así como sufrí Yo por todos. Busca la semejanza con tu Esposo e imítame. Que tu rostro sea Mi Rostro; el Padre estará complacído y te colmará de bienes. No habrá nada que no puedas obtener.
¿Por qué pides tan poco? Ven a Nosotros, hija Mía, sacia Nuestro Deseo de hacer misericordia. Está segura de que cuantos te rodean están ahí para que tú intercedas en su favor. Y Yo te sigo paso a paso. ¿Cómo podrías tú, por un instante, sentirte sola? Yo lo dirijo todo en tu vida. Déjate llevar."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
A veces parece que Dios nos pide mucho, y ciertamente, en muchas ocasiones la Cruz nos lleva al límite. Pero ¿qué otra cosa queda sino confiar…?
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