*** DIARIO ***
Punto 1371. 10 de mayo. Iglesia de Fresne. Yo me lamentaba de una maleta perdida. Él me dijo: "Tú Me la habías dado, puesto que todo lo que es tuyo es también Mío. Consuélate pensando que quizás Yo tenía necesidad de este sacrificio para la conversión de un pecador. Tú estás dispuesta a no regatear las cosas conmigo, ya que Yo estoy profundamente en tu vida, y permanecerás en la paz. ¿Estás conforme en que Yo lo presida todo en tu vida?"
“Sí, Señor, todo; hasta mi muerte. Que ella Te glorifique.”
Él:"Busca Mi Gloria en tu vida y morirás por Mi Gloria. En el Cielo los santos continúan siendo Mi Gloria. Y glorificarme aquí abajo es comenzar desde ahora la Gloria. Únete a los santos para exaltarme; a las almas del Purgatorio para purificarte, y a los santos de la Tierra para combatir y subir. Vosotros sois los soldados de Dios, Su Milicia. Combate por Dios y responderás a tu título.
Comunica su Amor, da el ejemplo del Bien. Da con abundancia lo que has recibido con abundancia, para que las almas se encaminen al Cielo en ejércitos apretados. ¡Cuál no será tu recompensa si consigues aportar algo para la salvación de las almas! ¡Lo deseo tanto! ¡Hice tanto por su Salvación! Pero la gente permanece en la ingratitud; por eso tú, aunque pequeña, debes reparar, consolar y amar en lugar de los que no aman. Hazme olvidar la ingratitud. ¡Qué no conseguirás si sabes consolarme! Pequeña hija, no olvides a tu Amigo..."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Corredención. Dios ha querido hacerse necesitar de nuestra contribución para contribuir en la obra de Salvación que Él lleva a cabo. Es Cristo quien salva, pero nos permite sumarnos a esa tarea. Y de paso, consolaremos su Corazón herido. Una ocasión tan tonta como habitual (la pérdida de algunos objetos y la incomodidad que ello acarrea), ofrecida como un pequeño sacrificio, será una ayuda que podremos ofrecer por las almas del purgatorio, o por otra intención concreta. Las cosas del Señor…
Imagen tomada de Pixabay.
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