*** DIARIO ***
Punto 349. 18 de diciembre. En la vieja iglesia de la Fère, miraba yo al tabernáculo, diciendo. "¡Mi Prisionero!" El entonces, con Amor, me dijo:"Mi prisionera". Y yo consideraba mi vida de comediante, que Él dirigía.
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
A menudo el lenguaje puede dar lugar a interpretaciones erróneas. Así, la palabra “prisionero” puede evocar a la idea equivocada que mucha gente tiene sobre la vida de quienes se entregan a la fe católica, pues bien pronto se asocia la vida cercana a Cristo con una esclavitud o falta de libertad. El tema de puede hacer muy extenso, pero como primera idea conviene marcar un punto de partida: la Verdad, la auténtica Verdad que Jesús nos presenta, nos hace libres, puesto que la verdadera Libertad consiste en la capacidad de poder escoger siempre el bien (que es diferente del concepto de libertad asociado a poder hacer todo aquello que me venga en gana...).
De modo que, en este texto, Dios es priosionero al haberse quedado para nosotros en el tabernáculo; y Gabriela es prisionera pues al haberse entregado a Cristo, Éste no dejará que se vaya de Sus manos... cosas del Amor...
Iglesia de La Fère.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 20 de diciembre de 2018.
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