*** DIARIO ***
Punto 463. 13 de junio. París, en el metro. Yo: "Señor, ¿te amaría yo más dando mi sangre?" Él: "Ámame con lo que Yo te doy cada día. ¡Cada día!"
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
La gente que tiene trato cercano y habitual con Dios, es decir, los que tienen una santidad más elevada que “la media”, a menudo ofrecen su vida diaria al Señor, especialmente las dificultades y penalidades, para así contribuir en la salvación de las almas. Y, como Él dijo, a cada día la basta con su propia contrariedad...
Imagen tomada de Pixabay
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 14 de junio de 2019.
Caemos en el error en querer hacer “grandes cosas” y que poco espacio dejamos al Señor para que sean sus planes y no los nuestros los que sean realizados. Hay que vivir cada día como lo que es: un regalo del Creador que tiene una intención, la cual no podemos ni atisbar, pero si vivirla según su voluntad.
ResponderEliminarQué gran verdad Fernando, y esto además es muy típico de los conversos, ávidos de extender a los demás la experiencia que se vive en ese momento tan intenso de la conversión. Puede ser incluso una tentación donde se pone a prueba nuestra humildad en ser meros siervos del Dueño de la mies...
EliminarFuerte abrazo campeón!!!