*** DIARIO ***
Punto 721. 5 de julio. En el momento en que yo hacía una genuflexión en la iglesia: "Si pensaras que Yo estoy aquí, Me saludarías de mejor manera”
"Sacrifícame tu soledad y tu independencia. Cambia tu ser por el Mío. Y persuádete de que no perderás nada en el cambio, amiga Mía.”
“Estima en nada el bien que has podido hacer, y vuelve incesantemente a comenzar: cada día. Toma Mi Valor, pues trabajamos juntos."
Yo me escondía en Él humillándome por mi orgullo. Él: “¡Qué felicidad la de tener en Mis Brazos a una hija Mía que es muy pequeña! Ya sabes cómo suele querer la gente a los niños pequeñitos, los que no son capaces de nada por sí solos. . .”
"No pienses con ligereza en el Espíritu Santo. ¡Si conocieras Su Majestad!"
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
A veces decimos “Dios nunca habla...”. Pero en realidad, el Espíritu no para de susurrar. En el caso de Gabriela los diálogos eran muy frecuentes, pero quienes tienen un buen hábito de oración, también dan testimonio de ese continuo “soplo divino” que se manifiesta de muchas maneras...
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 7 de julio de 2020.
...y como distinguir lo que sea un simple pensamiento de mi mente de lo que es un susurro del E. Santo?
ResponderEliminarBueno, este tema no siempre es fácil. Siempre es conveniente una buena dirección espiritual, por algo Jesús quiso crear la Iglesia. Por eso tambièn el sacramento de la confesión requiere de la presencia e interlocución con un sacerdote. Las revelaciones privadas, de hecho, son mucho más seguras cuando la persona que dice haberlas recibido cuenta con dirección espiritual. Esto da mucha garantía a la Iglesia a la hora de pronunciarse sobre la veracidad del fenómeno, como ocurrió por ejemplo con el diario de Gabriela Bossis, el cual se aprobó bastante rápido por tener esta circunstancia a favor. Gracias por comentar!!
EliminarGracias por su explicación, pero permítame preguntarle: dice vd que esos soplos divinos se manifiestan de muchas formas. ¿Cuáles?
EliminarBueno, supongo que eso depende mucho, en primer lugar, de la Voluntad de Dios, pero entiendo que el hábito de oración de la persona también es importante, así como su estado de personal en lo que se refieren al camino de santificación que cada uno ha de recorrer. Los escritos sobre vidas de santos nos hablan en ocasiones de palabras interiores (como en el caso de Gabriela), incluso visiones o éxtasis, pero en una vida más ordinaria son pequeñas "intuiciones", o "avisos" de la conciencia interior donde más fácilmente se pueden detectar esos "soplos divinos" (una conciencia bien formada, claro...). Gracias de nuevo por comentar.
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