*** DIARIO ***
Punto 1356. 17 de febrero. Iglesia de Fresne. Yo pensaba en todas Sus Gracias y Le dije: "Señor, cómo me colmas, ¿qué puedo hacer para agradecértelo? Me dijo: "Hazme compañía con más asiduidad. No puedes imaginarte lo que es para Mí que se Me trate como a Amigo íntimo. ¡Es algo tan raro! Yo gozo del afecto como Hombre que Soy, y lo mismo que a ti, Me gusta que Mis amigos descansen en Mi Compañía. A Mí, como a ti, Me gusta ser deseado y que se Me haga depositario de los secretos. Así pues, búscame y no Me dejes ir. Dame una compañía fiel y gozosa.
Esta mañana, después de la comunión, pensabas en Mis Miembros dislocados y saludabas Mis Sufrimientos indecibles; y Me llamabas 'Rey de los mártires' y estabas cerca de Mí, en Mí. Haz eso mismo en el curso del día. Piensa en las diversas etapas y momentos de Mi Vida y quédate ahí cerca. Para Mí el tiempo no existe. ¿Lo crees? Entonces habrás estado en Mí, muy feliz, como Mis apóstoles, y de esta manera, Mi Vida puede prolongarse hasta el fin del mundo, en la vida de todos los hombres.
Hija querida, ¿quieres prestarme tu corazón?" Yo: "Señor, quita de él todo lo que Te disgusta." Él: "Seguirás cometiendo pequeñas faltas, tendrás desigualdades que serán para ti motivo de humillación, pero el Amor lo repara todo. Vuelve a empezar cada vez, sin fatigarte; continúa, desarrolla. Nadie se ha arrepentido nunca de haberme amado mucho. Habitúate a las horas de amor, a caminar en amor, a los descansos de amor. Así llegarás a la muerte de amor. Ponte a prueba en los servicios que prestas al prójimo, recordando que el prójimo Soy Yo. Y el prójimo se lleva más de la mitad de tu vida. Trata, hija, de conocer un poco, finalmente, al Amor."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Conocer al Amor… es conocer a Dios.
Imagen tomada de Pixabay.
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