Llevamos ya unos meses en los que las anotaciones en el diario de Gabriela se van haciendo más escasas, apenas una a la semana, seguramente ya los años comienzan a hacer notar su presencia. De hecho, de alguna manera, aunque faltan algunos años, Dios comienza a preparar su alma para el encuentro definitivo, y de vez en cuando Cristo le hace referencia a esa última entrega, el paso a la otra vida, del cual también Él participó…
*** DIARIO ***
Punto 1354. 3 de febrero. Iglesia de Fresne. "¿Crees realmente a fondo, hija, todo lo que Me dices? Húndete más y más en la Fe. Vive con más intensidad. Háblame como si Me vieras, pues bien sabes que estoy contigo. Dondequiera que te encuentres, encuéntrame.
Ámame como a un Ser vivo, pues Lo estoy en Mi Cuerpo glorificado, y hónrrame en este Cuerpo que fue martirizado y muerto por tus pecados. Cuídalo. Repósalo. Guárdalo contigo, de día y de noche. Se arrastró por la tierra como un gusano y perdió Su Belleza por vosotros. ¡Si Lo hubieras visto en el descendimiento de la Cruz, Mis Miembros deformes sobre el regazo de Mi Madre! Aquél no era ya Mi Rostro, la Mirada estaba extinta.
Yo vivi al parejo de vosotros Mi última Hora. Une pues, ya desde ahora, tu muerte a la Mía; estemos siempre juntos, pero de modo especial en la última hora. Como los miembros de una familia, que en el momento del peligro se echan unos en brazos de los otros. Y tú te apretarás conmigo cuando sientas que se acerca tu fin. Entonces tendrás el impulso perfecto; te desprenderás de todo lo que te rodea y te apoyarás amorosamente en Mi Corazón.
¡Qué corta es, hija Mía, tu vida terrestre! Todo se queda a medio camino. ¿Sientes que tu morada está más Allá? No hay para qué retrasarse aquí abajo. Mañana será la otra vida. ¿No tienes ya muchas ganas de verme y de conocerme mejor? Este deseo, pídemelo; Yo puedo darte todo lo que te falta. En realidad, pides poco. No temas cansarme, ni ser importuna conmigo; eres Mi hija y, nada de ti puede fatigarme.
Recuerda a aquella madre jovencita que decía: `Cuando tengo a mi hijo entre los brazos, me olvido del mundo'. Y sin embargo, su amor de madre no es nada comparado con el Mío. Porque su amor, Yo lo doy; y el Amor que Yo os tengo (nadie Me lo da), es el Amor de un Dios. Es la divina Locura. Así pues, no temas. Pide. Desea y agradece al Amor. Llámate a ti misma 'pequeña hija de Dios', y esto te dará un sentimiento nuevo."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
La temática de la muerte siempre está de actualidad, forma parte de la propia vida, pues no se conoce otro fin que no sea ese. El tema muchas veces es espinoso, solemos dejar de lado este asunto, pero si somos capaces de mirarlo de frente, con confianza, acaba convirtiéndose en otra cosa más. Y es que, por mucho que las cosas marchen bien, sabemos que nada es definitivo, y que tras el paso a la otra vida, nos espera el reencuentro con mucha gente querida, y el Abrazo del Padre. Y para mayor colmo de esperanza, nuestra fe nos habla de una resurrección, de un cuerpo que revive a una vida ya sin final. Cristo y María han sido los primeros en entrar en esta dimensión, y el último día seguiremos los demás, ojalá seamos muchos los que nos dejemos llamar “pequeños hijos de Dios “…
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