*** DIARIO ***
Punto 687. 26 de mayo, a las 5:30. "Desde el momento mismo en que despiertes pídeme almas. Reclámame que te dé pecadores. Me darías com ello un gusto que no puedes imaginar. Yo morí por todos. Y morí sin haber estado enfermo; morí lleno de vida. Moría porque fui golpeado. Si tú no Me ayudas hoy, yo no podría salvar a tal o cual alma, y ya sabes cuánto las amo: Sálvalas como si Me salvaras a Mí.”
Punto 688. "¡Seguro que sí! Todo lo que Yo digo a un alma lo digo para todas. Todas ellas son para Mí Mis preferidas. ¡Si supieran de Mi Amor por cada una! Tú, cree en este Amor, y explótalo.”
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO***
De nuevo, uno de los temas de mayor presencia en el diario: nuestra capacidad de colaborar en la salvación de las almas. Explicarlo no es fácil, porque es Dios quien salva, no nosotros, pero el rechazo de un alma Le impide al Señor derramar Gracia sobre ella para que pueda acabar doblegando su negación a Dios. Sin embargo, una oración nuestra o un sacrificio que podamos ofrecer en favor de estas almas se convierte en un “canal” a través de cual Dios puede, nuevamente, arrojar más Luz y con nueva insistencia, y en muchas ocasiones, esto acaba generando una duda, un replanteamiento en esa persona sobre su situación de pecado. Si, finalmente, vuelve su mirada al Señor reconociendo su culpa aún por un breve instante, la Misericordia de Dios se abate sobre el alma y Ésta la redime de sus faltas.
Podemos interceder en favor de todos. Podemos pedir por nuestro hermano, nuestro vecino, el político de turno que además sé que se ríe de nuestra Fe; podemos interceder por pueblos y naciones, por nuestro artista favorito o por aquel desconocido del que acabo de conocer su muerte.
La Misericordia de Dios no conoce límites, pudiendo incluso salvar a alguien que ya ha fallecido y que tal vez Lo ha despreciado continuamente, pues para Dios no hay pasado ni futuro; fuera de nuestro mundo temporal, en Él todo es presente...
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 27 de mayo de 2020.
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