Las pretensiones expansionistas de la Alemania del III Reich ya había dado muestras de la amenaza que representaba a la comunidad internacional, la cual no había sido capaz de frenar la continua anexión de territorios a su antojo. El 1 de septiembre del 39 se inició la invasión de Polonia, y automáticamente Francia declaró la guerra a Alemania en virtud del acuerdo firmado meses atrás con el gobierno polaco. A esta declaración se le sumaron los aliados: el Imperio Británico y la Commonwealth.
A Gabriela le llegarían las noticias al día siguiente, cuando se decretó la movilización general y el reclutamiento de soldados. La Gran Guerra había comenzado.
*** DIARIO ***
Punto 761. 2 de septiembre de 1939. Mientras yo doblaba mi cobertor: "Ofréceme tus acciones más ordinarias, las más pequeñas, como un ramillete de flores del campo. ¿A quién no le gustan esas florecitas modestas? Teje una corona para Mí. Y para una guirnalda, se necesitan muchas flores; no te canses de ponérmelas sobre la Frente herida por las espinas. Con esto obtendrás seguramente fuerza para los pobres soldados que parten hoy a la guerra. (Se había decretado la movilización general). Esto es la Comunión de los Santos, y su Fuente Soy Yo, el primer Santo.
Bendíceme por tantas Gracias como te he concedido. La gente tiene por natural que Yo dé, pero no se acuerda de agradecer. Sin embargo, a Mi Corazón gusta de que se le den las gracias, pues la gratitud enciende el amor. Es una palabra de amor."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
Bueno, qué mejor manera de definir esa realidad de la Fe católica llamada “comunión delos santos“, y al mismo tiempo, recordamos la importancia de las tareas cotidianas ordinarias ofrecidas a Cristo. Así, daremos poco a poco más importancia a las tareas sencillas, y aprenderemos a valorar el valor de tantas personas que con su ofrenda y oración contribuyen a salvar el mundo. Así como suena...
(c) foto manolo.dj
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 4 de septiembre de 2020.
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