*** DIARIO ***
Punto 1280. 26 de noviembre de 1942. En la iglesia de Ingrandes. "Cuando entres a la iglesia, que es Mi Casa, deja a la puerta todas tus preocupaciones. Estás en la Casa de tu Amigo, donde nada puede alcanzarte. Piensa en Mí, en amarme y consolarme; dime lo que más agradable te parezca y digno de que Yo lo oiga. Dime toda tu alma, Yo te escucho. Nada hay tan secreto como nuestros corazones, ni los ángeles mismos saben lo que en ellos pasa. Y Yo Soy el más discreto.
Desbórdate en la alegría del amor. Nadie sabrá las palabras que Me dices. Este silencio es como el terciopelo del cofrecito que guarda el tesoro. Franquea los límites de tu lenguaje habitual; tus palabras más cálidas serán como flores nuevas sobre las cuales descansaré en el secreto de tu ser. ¡Pequeña creatura, tan amada!
Dame lo que espero de ti. Permanece en Mi Corazón. ¡Es tan fácil agradarme! Yo Soy como un Juez pequeño, ligado por el Amor."
*** REFLEXIÓN Y COMENTARIO ***
La llamada de Cristo es siempre suave, cálida. Nunca se impone ni nos reclama más allá de la Voz de nuestra conciencia, la cual tenemos cierta habilidad para acallar en muchas ocasiones. Sin embargo, su invitación siempre nos llegará y saldrá a nuestro encuentro: a través de un encuentro casual en el que se nos refiere algo sobre Dios; a través de una lectura sugerida por alguien o que cae en nuestras manos; por medio de la contemplación de la belleza, que tiene en Él su origen…
Y en toda llamada el reclamo siempre es el mismo, aunque vestido de mil formas diferentes: la paz que anhelamos, las esperanzas que no nos atrevemos a formular porque nos comprometen en nuestro comportamiento, la Misericordia que necesitamos para no enfrentar Su Justicia… Por eso se presenta como nuestro confidente, como el Juez pequeño, ligado por el amor…
Imagen tomada de Pixabay.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DEL DIARIO: 3 de diciembre de 2023.